En la nueva era digital solo tenemos unos minutos, incluso segundos para atraer la atención de más personas siendo posibles clientes. La audiencia digital prefiere aprender sobre un servicio o producto a través de una historia en video en lugar de texto, que generalmente toma más tiempo para leer que la duración del video. El video atrae las emociones del espectador y también lo ayuda a imaginar rápidamente cómo su producto o servicio puede beneficiarlo o facilitarle la vida.