Todo comienza con una reunión entre el cliente y la productora para definir los objetivos, el público objetivo, el mensaje a comunicar y otros aspectos esenciales del video.
Una vez que se tiene claro el objetivo, se procede a crear el concepto del video y a escribir el guion. Este será el esqueleto de la producción.
En la etapa de grabación dependiendo del tipo de video, esto puede llevar desde unas horas hasta varios días. Se utiliza equipo profesional, y se sigue el guion y el plan previamente establecidos.
Una vez finalizada la grabación, comienza el proceso de edición, donde se seleccionan y ordenan las tomas, se añaden efectos, se ajusta el color, se incorpora música y se realizan otros ajustes necesarios para lograr el producto final.
Finalmente, la casa productora entrega el video promocional al cliente en el formato adecuado para su distribución, ya sea en redes sociales, páginas web, entre otros.